El placer culpable

Algunas malas acciones forman parte de los placeres culpables de esta vida.

Aquellas acciones que hacen de un simple momento algo sublime y mágico.
Queridos lectores, no hablo de sexo ni chocolate, ni mejor aun helado de chocolate después del sexo… hablo de aquellos diálogos entre tu ángel malo y tu diablo… esos diálogos en los que el angelito vestido de blanco ni aparece… son peleas internas entre lo peor de tus pensamientos y la peor de tus acciones. Momentos, segundos en los cuales descargas tus mas oscuros deseos y lo disfrutas, sonríes, y luego lo recuerdas y lo vuelves a disfrutar…

Debo reconocerlo, no soy una mala persona, intento no hacerle daño a la gente, al mundo que me rodea, y como dice una amiga, yo siempre lucho por la paz mundial… Pero todos tenemos un lado B…

Siempre he tratado bien a mi suegra, relaciones diplomáticas… pero siempre me siento a esperar el momento en el cual, al igual que película de semana santa se abren los cielos y aparece aquella luz divina iluminando… al fin… pocas palabras sin faltarle el respeto y le quedo clarísimo porque no pongo ni un solo pie en su casa y que me importa un soberano huevo que a nadie le guste mi ahora Ex amado auto… espero de todo corazón que haya incluso leído entre líneas.

Que lo sepa el mundo, disfrute diciéndole el porque de la vida, con la mejor de mis sonrisas, y lo mejor que sonó a conversación normal… a respuestas a sus comentarios…

Que se entere el universo que me importa un #$%& huevo lo que piense, que me importan dos #$%& huevos que no le guste mi ex amado auto, y que me da lo mismo que ella piense que no la voy a ver nunca, y me alegro tanto que se haya dado cuenta que no entro a su casa… solo falto un detalle… mi cuñada (vea El Grinch de navidad) pero no importa… no puedo tenerlo todo en esta vida…

Fui malvada y lo disfrute…